ACTO DE ENTREGA DE LA MEDALLA DE ORO DEL AYUNTAMIENTO DE NAVIA AL COLEGIO SANTO DOMINGO
El pasado sábado 29 de noviembre de 2025, en un acto lleno de emoción celebrado en el Teatro Fantasio de Navia, el Ayuntamiento nos entregó oficialmente la Medalla de Oro al Colegio Santo Domingo de Navia, con motivo de nuestros 120 años de historia educativa.
El salón se llenó con antiguas alumnas y alumnos, familias, docentes, miembros de la congregación, miembros de la Fundación Educativa Francisco Coll y Patronato; y vecinos del municipio: una representación de todas las generaciones que han pasado por el centro.
Durante la ceremonia, las autoridades locales destacaron la larga trayectoria del colegio, su evolución a lo largo de más de un siglo, su adaptación al paso del tiempo, y su compromiso constante con la educación en valores, el respeto, la convivencia y la formación de generaciones.
Varios exdocentes y exalumnos compartieron sus recuerdos —anécdotas, vivencias, y momentos compartidos— que convirtieron el acto en un homenaje cargado de nostalgia y gratitud.
La directora del colegio —en un discurso cargado de emoción— recordó los orígenes del centro, fundado en 1905 por las hermanas dominicas, y agradeció el reconocimiento de la ciudad: “recibir la medalla de oro del Ayuntamiento es un abrazo a 120 años de historia” concluyó.
Para celebrar el acontecimiento, tras la ceremonia se organizó un encuentro informal en las proximidades del colegio, donde coincidieron distintas generaciones de la comunidad educativa: hubo risas, recuerdos, abrazos, y mucha emoción.
Este galardón supone un homenaje a todas las personas —hermanas dominicas, profesorado, alumnado, familias y personal— que a lo largo de más de un siglo han contribuido a construir la identidad y el alma del colegio.
La medalla de oro no solo reconoce la historia, sino también la capacidad del centro para adaptarse a los tiempos, mantenerse como referente educativo y continuar formando a generaciones diversas, con valores, compromiso social y solidaridad.
Es un momento de orgullo para Navia —y especialmente para quienes formamos parte del colegio—, una oportunidad para mirar atrás con gratitud y hacia adelante con esperanza, reafirmando nuestro compromiso con la educación y con la comunidad.

























